Justificador de realidades 2.0

Historias que nunca serán primera plana, aunque lo merezcan.

Hechos que pasan desapercibidos por falta de patrocinio.

El contenido de las noticias que leerán aquí no seran escritas desde el punto de vista de “la mosca en la pared”.

Por el contrario, el abordaje siempre será el de “la mosca en la pomada”

Montevideo Étnico

martes, 12 de agosto de 2014

El DESAFÍO

¿TU VERDAD O LA MÍA?

A menudo nos enfrentamos al desafío de evaluar una situación X. Algunas de estas situaciones X son más banales, más lejanas a nosotros, mientras que otras nos tocan mucho más de cerca, ya sea porque nos afectan directamente o porque su coletazo golpea nuestros ideales, nuestros genes, nuestra ascendencia o religión. Cuando se trata de éstos últimos casos, donde nuestra participación directa o indirecta se hace mucho más evidente, el gran desafío consiste en pararnos frente a esa situación X de la manera más objetiva posible, tratando de ser lo más imparciales que podamos. Claro está, ir en búsqueda de ese desafío está en cada uno y no todo individuo busca esta meta. Pero igual de claro está que quien sí lo desea, quien sí se esfuerza puede apreciar lo difícil que es esta tarea, partiendo de la base de que la objetividad absoluta no existe, pues sea cual sea la situación que se nos presente, por lejana o cercana que sea la misma, los que cargamos desde nuestro nacimiento con una infinidad de cargas subjetivas en nuestras espaldas somos nosotros mismos.

Cuando juzgamos un hecho, ¿nos imaginamos qué haríamos nosotros en la misma situación, o cómo la juzgaríamos si estuviéramos directamente involucrados? Si creemos que algo está mal, ¿se supone que está mal según quien lo haga?

En todo conflicto, donde hay dos o más partes, cada una con un interés en particular que no coincide con el de la otra parte, por lo general todos justifican y justifican, de un lado u otro. Si usted amigo mío está involucrado en el tema, si pertenece a algún lado de la trinchera ideológica en cuestión, espero que tenga la valentía suficiente de intentar al menos (aunque seguramente con pocas chances de éxito) pararse frente a los hechos despojándose hasta donde sea posible de las cargas que trae consigo desde hace mucho. No es fácil, pero intente ver un hecho sin estar buscando en su mente la posible justificación en caso de que el hecho deje mal parado al bando al que usted pertenece. Trate de entender el hecho en vez de buscar una respuesta inmediata para justificar la acción tomada ¿Podrá usted hacer eso?

Cuando el odio se hace muy profundo, cuando te lo inculcan muy hondo en tu ser desde niño, se te hace imposible, o casi imposible revertirlo y mirar las cosas desde otro lugar que no sea el aposento de odio en el que te enseñaron a vivir, se te complica pensar que quizás no todo es como te lo pintaron o contaron. Lo mismo ocurre si estás embarcado en una causa por defecto, porque así se te dio desde que tuviste conciencia, donde quizás no haya un odio de por medio, pero sí lo que vos crees con todo tu ser que deberías defender, entonces se te hace increíblemente arduo ver que del otro lado también son seres humanos los que pelean por sus ideales, los que sufren, o en caso extremo mueren, igualitos a los tuyos, ni con más ni menos derechos que los tuyos, pero cuando todo lo que sos, tu esencia se traduce en las justificaciones que se te inculcaron desde chico, viviste y creciste viendo al otro como el malo y a los tuyos como los buenos, o a los del otro lado como los agresores y a los tuyos como los defensores (estamos hartos de escuchar que todo ataque es por defensa), se te hace muy difícil hacer un click. ¿Ha logrado acaso alguna vez “el bien” triunfar “sobre el mal”? ¿Cuál es la lucha del bien contra ese supuesto mal? En el nombre del bien contra el mal, en el de Dios contra los infieles, en el de los justos contra los injustos, o aquellos que creen merecer una tierra prometida contra otros que se creen legítimos dueños de las mismas, nuestros hermanos se han matado siglo tras siglo. ¿Y que se ganó con tanta sangre derramada, tantos sueños rotos, tanta miseria acumulada? Estoy seguro que de que a vos que estás viendo todo desde adentro, o que crees que estás adentro, involucrado en cualquier tipo de disputa que conlleve el terror, el pánico y la miseria en el nombre de una “causa justa”, se te hace imposible entender esa otra realidad y ver las cosas desde afuera, sino que siempre tratarás de esclarecer los motivos por los cuales vos estás del bando que estás y por qué todo lo que tu bando hace está justificado, mientras los de la vereda de en frente están equivocados en todo. Si lo ves así, te entiendo, no te juzgo, pero también me compadezco de vos, porque en cierto grado a mí también me tocó vivirlo; entiendo que puedas verlo de esa manera cuando desde que naciste hasta ahora (o por eventos posteriores de la vida) alguien del otro bando te haya matado una madre, un hermano, un tío, un amigo, le haya hecho daño a tu país, a tu pueblo o simplemente haya estado defendiendo una causa que al parecer va en contra de la tuya. Te entiendo. Pero así como te entiendo, me compadezco de tu imposibilidad de despojarte de aquello que te hace ver los hechos desde un solo ángulo.

Por otro lado están también aquellos que lo viven todo desde fuera, pero en el polo opuesto. No solo no están involucrados en ningún asunto, sino que tampoco intentan aproximarse al mismo, intentar imaginar qué es lo que está sucediendo y por qué. Esto se ve mucho en estas latitudes, contrastando a su vez con aquellos que sobre todo opinan y sobre todo debaten con los sensacionalismos de turno, encontrando como disparador una imagen horrible que una amiga posteó en facebook.

Hace muchos años la madre de un gran amigo mío los trataba de inadaptados y estúpidos a los palestinos que tiraban piedra y los israelíes que disparaban con sus armas estadounidenses en una batalla que en ese momento mostraba el canal 12. En otro momento similares opiniones eran emitidas sobre tribus africanas que luchaban contra guerrillas en movimiento por todo el continente negro. Ya en ese momento, siendo yo un pendejo me tomé el atrevimiento de enfrentarla, no defendiendo ni a unos ni a otros – pues nada tenía que ver yo con aquellos asuntos, ni siquiera tenían relación a mi país de nacimiento –, sino diciéndole que para ella, quien había nacido en la República Oriental del Uruguay, donde lo más fuerte que había oído en su vida había sido una bomba brasilera en Navidad haciendo que su gran preocupación fuera que sus perros no sufrieran, para ella era imposible siquiera intentar entender a los participantes de aquella batalla. Y ojo, digo entender, no justificar. La esperanza que yo tenía de pibe, era al menos tener la posibilidad o el interés por mirar, aprender y estudiar aquellas cosas, para acercarme quizás un poco a las lógicas de comportamiento de nuestra especie. En lo que sí coincidimos en aquél momento mirando los bombardeos israelíes fue en que mirando aquellas escenas e imaginándonos allí, la percepción que uno tenía era como si un hermano mayor estuviera castigando cruelmente a su hermano menor porque este último le había roto un juguete. Nos daba la impresión de que el hermano grande abusaba indiscriminadamente de su fuerza bruta para aplastar al menor sacando toda su ira, llevando la venganza mucho más allá de lo que nuestra relativa moralidad nos indicaría. Pero claro, cada uno tenía sus motivos, ¿y cómo podríamos nosotros entender y juzgarlos a la distancia?

Pero entonces claro, entre todo este discurso siempre aparece el energúmeno que se piensa que pensar en la paz es “de ignorante o miss universo” y te escribe un decálogo de los genuinos motivos por los que no hay que abandonar las armas, y empieza a enumerar decenas, centenares de errores del bando contrario que en teoría son las únicas razones por las cuales su nación está en conflicto. Lo que jamás ven ese tipo de personajes, son los errores de su propio grupo, sino que todo lo explican como una consecuencia del error del adversario, todo como una respuesta justificada al atropello del otro, del atacante. Esos energúmenos – de los cuales me he encontrado algunos en debates de redes sociales – fueron engendrados y luego alimentados por ese odio, con eternas sesiones de lavandería cerebral que los hacen convencerse de que el único camino es la guerra hasta que el rival se rinda. Centenares de discursos les son pronunciados con documentos históricos (muchas veces falsos) con el fin de alimentar ese monstruo interior que se encargue de mantener vivo el motivo de la lucha, alejando lo máximo posible cualquier indicio de cordura, de pensar que quizás no todo lo que hago está justificado. Por supuesto que en un conflicto que lleve años, siempre habrá cosas para retrucar a los otros, ¿pero qué pasaría si al ver los del lado opuesto, vos, los empezás a ver como “seres humanos iguales a los tuyos” en vez de “seres humanos que quieren matar a los tuyos” o “seres humanos a los que hay que eliminar”? Debo decir que estos seres son complicados, pues cualquier intento de una mínima aproximación a un punto de acuerdo desencadenará un debate sin sentido donde el energúmeno de turno intentará demostrarte las mil una razones por las que no hay que abandonar las armas. Y entiendo, entiendo que decirle eso a alguien que desde que nació creció creyendo que debía luchar contra el otro bando, y de que sus razones eran mejores y más válidas que las de los otros, es en cierta manera arruinarle la vida. Pero aunque sea en la ficción a todos nos ha pasado tomar parte, tomar un lado como espectadores de un conflicto específico, mirando una película, leyendo un libro o viendo una obra de teatro. Si el protagonista es de un grupo, por más que no estemos de acuerdo con su causa festejaremos cuando mate al contrario, cuando se salve por un pelo de un ataque enemigo y sufriremos deseando que ese personaje salga victorioso. ¿Pero qué pasa cuando el autor nos pone en el mismo nivel a integrantes de ambos bandos, nos muestra sus lados más humanos, hace que nos encariñemos con ellos? ¿Cuál de los dos tiene la verdad? ¿Cuál queremos que salga vivo de la historia para casarse con su amado o amada? Me tomo el atrevimiento de recomendarles en ese sentido un libro y una película. Como libro, “La caída de los gigantes” de Ken Follet, como película “cartas de Iwo Jima” de Clint Eastwood.

Entonces, si usted amigo mío - o desconocido que lee esto a través de Montevideo Étnico - llegó a leer todo esto sin dejarse llevar por la bronca de sentirse tocado por alguno de los comentarios, espero que entienda mi punto de vista. No es de miss universo desear la paz en el mundo como sostenía un energúmeno de turno en una red social hace pocos días, tampoco lo es de ignorante, es simplemente un deseo de una persona que quiere vivir en paz y que está cansada de ver tanta violencia en el mundo entero, no solo en Israel y Palestina como se habla tanto ahora, sino en el mundo entero. Es una persona que está en contra de la hipocresía de justificar la violencia según del lado del que venga, que simplemente está en contra de la violencia y que no puede creer como el agredido se convierte en agresor según las oportunidades de la vida. Es el deseo utópico quizás de alguien que aborrece a aquellos que aprueban este texto genérico con un vigoroso movimiento de cabeza, lo comparten en facebook y aplauden de pie, pero cuando los mismos conceptos se tienen que aplicar a un conflicto X en que ellos se vean involucrados de algún modo, acuden inmediatamente a las justificaciones y discursos archivados y aprendidos de memoria para defender la causa por la cual agreden los intereses de otros. Es el deseo de una persona que no puede creer que en algunas ocasiones los pueblos más sufridos de la historia sean fieles a la miseria humana y se conviertan en el fortachón que masacra con el pretexto de “la defensa”. Es de una persona que detesta que a cada rato haya muertos y oprimidos en algún lado, de la raza que sean, de la nacionalidad que sean y la ideología que defiendan. Viene de una persona que no para de leer y estudiar sobre las guerras de nuestra especie porque no puede creer que seamos capaces de repetir las mismas atrocidades una, y otra y otra vez en distintas épocas, en distintos momentos, en diferentes contextos a lo largo de toda nuestra historia. Es el pensamiento de la misma persona que cuando hace una declaración de paz en un comentario de facebook le ponés un “me gusta”, pero cuando usa esos mismos argumentos en un caso específico que te toca  de cerca, te molesta. Es el mismo que relató las absurdas causas que nos llevaron a la Primera Guerra Mundial hace cien años, acá mismo, en Montevideo Étnico.

Que vos que tenés la camiseta puesta, seas israelí, palestino, ruso, de Crimea, pakistaní, iraquí o estadounidense me puedas traer miles de motivos por los cuales estás combatiendo o apoyás a los que lo están haciendo en tu nombre, te lo respeto, y te entiendo, porque estás adentro, y por más que quieras no podés desprenderte de todo lo que te rodea, de todo lo que te formó desde pendejo. ¿Pero sabés por qué en el fondo quiero creer en mi utopía? ¿Sabés por qué, a pesar de ser totalmente pesimista con respecto a nuestra especie igual hago el intento de pregonar por la paz y de despojar de falsos motivos las justificaciones de la guerra? Porque de vez en cuando, muy de vez en cuando aparece alguno que logra desprenderse de todo y sueña como una “miss universo”, así como lo hago yo. Pero claro, vos eso no lo vas a poder entender. Vos que estás metido hasta la médula nunca lo vas a poder entender, y quizás si algo muy en tu interior te pide que lo hagas, no querrás hacerlo, porque no querrás traicionar todo por lo que luchaste hasta ahora, pero quizás, quizás otros sí lo hagan, como todos los que en el anonimato dieron refugio a judíos, eslavos o gitanos durante la segunda Guerra Mundial, o como estos muchachos, de los cuales seguramente debe haber también del otro lado de la trinchera, muchachos que reconocen en lo dicho aquí algo de elocuencia, algo que los incomoda, porque ven en los civiles muertos de la vereda de en frente a sus propios antepasados. Estos muchachos, que aparecen en el primer video que te dejo a continuación lograron lo imposible, demostrando que justamente no lo es, quizás sea extremadamente difícil, pero no imposible. Ellos lograron despojarse de las verdades a medias, de los eternos motivos que pretenden justificar lo injustificable.

Aprovechando el poder de una maravillosa obra de arte, utilizo como ejemplo el segundo video que les dejo a continuación, con su excepcional mensaje, más allá de que eleve el valor del cine en las conciencias de los humanos y sea una obra exquisita a mi entender, muestra que las realidades que antes nos golpearon nos siguen golpeando, somos nosotros los que elegimos entrar en la rosca o intentar convertirnos en seres pensantes.

Yo sigo creyendo de alguna manera, muy en el fondo en esa utopía, porque hay otros que alguna vez pensaron diferente a vos o siguen pensando diferente a vos, a muchos, como Israel Shahak, como el Dr. Norman Finkelstein o estos jóvenes judíos, así como hubo muchos iraníes que estaban convencidos de que matar iraquíes no los llevaría al cielo, como seguramente hay tantos judíos que aclaran que Israel no es sinónimo de judíos y repudian lo que ese Estado hace, así como hay palestinos que a pesar del sufrimiento no justifican las matanzas de civiles israelíes, así como alguna vez también hubo un tal Oskar Schindler.

Primer video:


Segundo video:


lunes, 28 de julio de 2014

El origen del pie de trinchera.





¿Qué pensamientos pasarán por las mentes de nuestros padres cuando nacemos? ¿Serán todos los pensamientos iguales, o al menos dentro de los mismos parámetros? ¿Hay algo más que se mezcle entre las sensaciones defelicidad absoluta de quien concibe a una criatura? ¿Se le pasará por la cabeza a esa madre o ese padre de turno que esa masa minúscula, arrugada y llena de sangre que acaba de romper en su primer llanto pueda por ejemplo masacrar a un pueblo, convertirse en un asesino profesional, termine siendo un indigente o simplemente tenga lo necesario para desatar una catástrofe a nivel mundial?

¿Quién era Gavrilo Princip? ¿Qué habrán pensado sus progenitores en aquél día donde ese bebé nacía en algún rincón de un pequeño pueblo llamado Obljaj? ¿Habrán tenido una mínima intuición, una ínfima idea de lo que ocurriría veinte años después de aquella concepción?

Allá por los principios del SXX el orden mundial se basaba en nombres de naciones e imperios muy diferentes a los que conocemos hoy en día. Ya en los últimos años del siglo anterior, la Rusia zarista venía manteniendo una pulseada desgastante con los provenientes de la tierra del tigre y el dragón, los japoneses. La disputa original se basaba en la incapacidad del puerto de Vladivostok de operar durante el invierno, lo cual llevaría a Rusia a buscar puertos de agua caliente para su uso comercial y militar que desembocaría en la primera guerra entre ambas naciones, a finales del SXIX. Luego de ineficaces tratados y acuerdos, finalmente tuvo lugar la segunda guerra entre ambas naciones que arrojó como vencedor de varias batallas a los nipones, cosa extraña en el orden histórico, ya que una nación del lejano oriente se oponía a una gran potencia europea de la era moderna. A su vez arrojaba una mirada pesimista sobre una golpeada Rusia, con grandes asimetrías sociales, con una realeza que se derrumbaba paulatinamente ante un pueblo rural atrasado y hambriento.

Por otra parte, alianzas militares entre el imperio germánico (cuyas fronteras diferían de la actual Alemania) y el de Austria-Hungría concentraban un poderío importante en esa zona europea, mientras que el siempre firme imperio británico contaba con su propio respeto, aislado del continente pero con sus garras operando en distintas partes del mundo a través de su implacable flota. Los Estados Unidos de América por su parte, no eran más que un aglomerado de estados prometedores que venían levantando una nación con un gran futuro, pero no podríamos decir que se tratara aún de una potencia mundial. Pero volviendo al imperio austro-húngaro, por aquellos años se sabía que esta potencia tenía una piedra en el zapato, ante el crecimiento de un movimiento juvenil separatista conocido como Joven Bosnia que luchaba por la liberación de Bosnia y Herzegovina del dominio austro-húngaro y su integración a Serbia para la creación de un estado nacional yugo-eslavo. Muy confuso todo, como siempre que se trató de la identificación de etnias y nacionalidades que componen las diversas zonas de los Balcanes. Dentro de este movimiento había un joven llamado Gavrilo Princip, quien encontró en la organización llamada “Mano Negra” a los mecenas que le permitirían lograr su tan ansiado sueño: trascender y así lograr en su trascendencia el objetivo de su nación libre del sometimiento austro-húngaro. Un año antes del nacimiento de Gavrilo, los austro-húngaros le habían arrebatado el control de Bosnia a los turcos otomanos, quienes habían dominado gran parte de los Balcanes durante varias décadas. Para países como Bosnia, Austria-Hungría era como una prisión de naciones, un centro de tiranos en un Estado represor y anti democrático que pisoteaba la identidad de sus habitantes. Por aquellos años, un envejecido Francisco José, Emperador de Austria y Rey de Hungría, iba dejando su lugar al heredero de dos tronos: El archiduque Francisco Fernando, quien a diferencia que sus antecesores creía que la paz en los Balcanes era la mejor manera de asegurar el futuro del imperio. En vida, habría de defender siempre las ideas que llevaran a evitar la guerra, pero su muerte se convertiría en la mecha que encendería la Gran Guerra.

Fue así que en una visita Real a Sarajevo, la entonces capital de la provincia austro-húngara de Bosnia-Herzegovina, un confiado Archiduque Francisco Fernando se paseó con su esposa Sofía en un coche abierto, esperanzado en demostrar que Sarajevo no debía temer ni odiar a los austro-húngaros, con sus intenciones de lograr una convivencia en paz entre el imperio y su súbdito, con las reglas imperialistas por delante por supuesto. En aquél 28 de Junio de 1914, nuestro personaje Gavrilo también se encontraba en Sarajevo, armado y comandado por la Mano Negra para perpetuar un atentado contra el mandatario imperialista. Aquella mañana hubo muchos intentos fallidos de dispararle al heredero de la corona austro-húngara. Inesperadamente, una bomba fue lanzada por uno de los secuaces de Gavrilo. El atacante se tomó una píldora con cianuro y se tiró al río luego de haber arrojado la bomba, pero el archiduque se salvó, luego de tomar la bomba con sus propias manos y tirarla hacia otro lado, causando otros heridos. Suspendió entonces algunas reuniones oficiales y exigió ser llevado al hospital donde se encontraban los heridos. Supongo que no sabía él que tal acto de humanismo le saldría más caro de lo pensado.

Después de maniobras varias, el chofer del heredero se pierde. Mientras tanto, Gavrilo, abatido por el intento fallido de su grupo entra en un café, desesperanzado, avergonzado de haber perdido la tan ansiada oportunidad. Minutos después, por esas cosas del destino, cerca de un café ve cómo el coche imperial, extraviado, pasa por el callejón y se detiene ante él ¿Se habría imaginado la madre de Francisco Fernando al concebir a su hijo que muchos años después, éste sería víctima de una seguidilla de eventos desafortunados, allá por un pueblo bajo el dominio de su imperio?

Gavrilo Princip sacó su arma y disparó dos veces. Una bala le dio directamente a Francisco Fernando y la otra rebotó hiriendo a Sofía su esposa, la cual estaba embarazada. El tiempo se detuvo, ahí estaba aquél joven revolucionario, quien simplemente buscó un asesinato. Allí estaba la pareja imperial, con dos balas en su cuerpo, sin saber que menos de media hora después sus inertes cuerpos yacerían sin vida, dando comienzo a la batalla más cruenta y sanguinaria que la humanidad hubiese visto jamás hasta esos años.

Austria-Hungría le envió un ultimátum al Reino de Serbia, con una serie de condiciones denigrantes e inaceptables para el pueblo serbio. En paralelo, el mando imperial consultaba a sus aliados alemanes si los apoyarían ante una eventual guerra, ante lo cual el káiser alemán, lejos de imaginarse la catástrofe que se estaba por desatar respondió afirmativamente ante la pregunta de sus aliados. El káiser estaba tan convencido de que no habría guerra que una vez comunicada su decisión a los austro-húngaros se fue de vacaciones. Mientras los austro-húngaros encontraban la excusa perfecta para aplastar de una vez por todas a los serbios, las alianzas forjadas años antes entre las diferentes naciones irían armando el panorama perfecto para el desenlace de una guerra sin precedentes, cuyo comienzo se puede decir que fue prácticamente accidental. De hecho se podría afirmar que La primera guerra mundial comenzó casi por accidente, y culminó de manera similar.

Mientras los austro-húngaros tenían su pacto con el imperio alemán y los italianos, otras alianzas como la de Rusia y Francia componían otro bloque temerario. Si Serbia era invadida por los austro-húngaros, los rusos verían afectados sus intereses, por lo que al enviar los austro-húngaros el ultimátum a Serbia, la Rusia zarista comenzó a mover sus tropas hacia la frontera. Por su parte, los alemanes, miembros de la alianza central vieron amenazadas sus propias fronteras ante el movimiento de tropas rusas, por lo que sin saber cómo se vieron de repente directamente involucrados, movilizando así sus tropas. Ante la posibilidad de ir a la guerra con Rusia, los alemanes debían tomar otras medidas ya que de darse dicho enfrentamiento en su borde oriental, también debían combatir a los aliados de los rusos, o sea los franceses en su frente occidental. Sabiendo que Rusia aún no estaba preparada del todo para una guerra de semejante magnitud, los alemanes no tenían dudas que de desatarse una guerra, debería ser lo antes posible, ya que una dilatación de las tensas negociaciones podrían darle tiempo al imperio vecino para prepararse mejor. Fue así que se recurrió al famoso Plan Schlieffen, ideado años atrás. Las piezas de ajedrez se movían de un lado y otro, pero aún nadie atacaba. Los alemanes se disponían a prepararse para atacar Bélgica, para así sorprender a los franceses y luego pasar sus fuerzas del lado oriental contra los rusos. Los rusos a su vez preparaban sus propias tropas dando lugar al descontento de una nación ruralmente atrasada, con hambre y miseria que desembocaría en su propia revolución interna años más tarde. Los británicos por otra parte se preparaban a su manera. De repente, todas las potencias estaban en posición de ataque, a la merced de un movimiento fallido de los austro-húngaros, esperando la primera detonación que desencadenara lo inevitable. 

El ministro británico Edward Grey ya presagiaba con su lectura entre líneas que la situación se podía volver más delicada que lo que pensaban sus homónimos europeos al declarar que “A partir del momento en que el conflicto deje de ser entre Austria-Hungría y Serbia y afecte a otra gran potencia, la situación culminará en la mayor catástrofe vivida hasta la fecha en el continente europeo”.

Finalmente, el 28 de Julio de 1914, un mes después de los disparos de Gavrilo, los austro-húngaros invadieron el Reino de Serbia, y como país agresor dieron lugar al movimiento paulatino de fichas de todas las alianzas. El 29 de Julio, aún la guerra seguía siendo entre el imperio austro-húngaro y Serbia, mientras que un último intento se daba para que así siguiera siendo, mediante un telegrama que iba del Zar de Rusia al Káiser alemán, de primo a primo, pero para ese entonces la crisis ya se escapaba de las manos de los políticos y monarcas para pasar a estar bajo el control de los diversos ejércitos. Y todos sabemos el peligro que ello implica. Rusia tenía que defender Serbia, y los alemanes debían hacer lo mismo con Austro-Hungría. Pero entonces también Francia e Inglaterra debían ayudar a sus aliados y así, de manera casi absurda se desató la guerra, involucrando más tarde al imperio Otomano que formó parte de la alianza central entre otras naciones. Una vez que la rueda empezó a girar, ya no se podía parar. En medio de estos conflictos se desarmaron imperios, surgieron otros, se originaron guerras posteriores como la de los Balcanes, tuvo lugar el genocidio armenio de parte de los turcos, y así, paso a paso una serie de atrocidades fueron formando los bastidores del siglo XX y nos pusieron en la categoría en el que debemos estar: Hombres.

El ataque austro-húngaro a Serbia implicó una dureza extrema del ejército contra los civiles serbios, con represalias realmente atroces, incluyendo matanzas sistemáticas de mujeres y niños, lo cual indicaba que esta no era una guerra contra ejércitos enemigos sino contra pueblos enemigos, se trató de una guerra de nacionalidades, de razas. Y sin embargo los desencadenantes fueron tan absurdos que ni los soldados ni los altos mandos de los diversos ejércitos tenían muy claras las razones por las que estaban yendo a la guerra. No tenían listas con objetivos de guerra. Mientras que Alemania, Francia, Rusia, Austria y Serbia estaban convencidas de la eterna y siempre presente excusa de que se encontraban en una guerra defensiva, miles, decenas de miles, millones de almas pasarían a formar parte de los fríos números que pasan a ser una simple estadística. En este caso se trataba de una guerra a la que se habían visto empujadas por otros, sin imaginar que tal conflicto duraría mucho más que lo previsto. La única gran potencia que aún seguía al margen era Gran Bretaña, pues esta nación nada tenía que ver con Serbia, mucho menos con la alianza franco rusa, pero detrás de bastidores sus gobernantes sabían que tarde o temprano tendrían que luchar, por la protección de su vasto imperio, su comercio internacional. En África y en Asia la seguridad de las colonias británicas dependía en gran medida de la buena voluntad de Francia y Rusia, así que el 4 de Agosto Inglaterra le declaró la guerra a Alemania.

Finalmente, luego de más de cuatro años de matanzas sin sentido, aniquilación de identidades, vidas, patrias y patrimonios, una potencia escondida surgiría para desequilibrar los eternos tiempos de batallas que no daban un bando vencedor. Con la entrada de Estados Unidos a la guerra el equilibrio se rompió.

Lo curioso de todo esto, fue que no solo las razones del conflicto no eran claras en un inicio, sino que ya por el año 1918, en una de las reuniones organizadas por el presidente Wilson que se llevaron a cabo entre las naciones en conflicto, para lograr resolver las divergencias entre estas, se le preguntó a cada nación que declarara su motivo de participación, para sí lograr discernir los interés propios de cada bando de forma de llegar a un acuerdo final. Se dice que inesperadamente ningún país pudo decir exactamente por qué estaba en guerra, ninguno estaba en grado de proponer sus intereses, sus motivos y mucho menos las exigencias para poner fin a un combate que surgió prácticamente por una sucesión de episodios inesperados. Sin ser el imperio austro-húngaro, ninguna de las otras naciones involucradas había ido a la guerra por un interés o conflicto propio. Todo había sido el resultado de una serie de pactos y movimientos indirectos que habían llevado al mundo a su mayor acción bélica. Sin saber cómo, países como Bulgaria, Marruecos, Australia, Canadá, Sudáfrica, Bélgica, Japón, Grecia, Portugal y Rumania entre otros participaron de la absurda masacre que se originó por dos disparos de un independentista serbio, allá por el 28 de Junio de 1914, como incluyó magníficamente un soldado ruso en una carta a su familia mientras marchaba hacia las líneas enemigas: “No entendemos por qué estamos aquí, pasando hambre y frío, yendo a matar a otros pueblos, simplemente por el enojo de unos serbios con los que no tenemos nada que ver”.

Hace exactamente cien años, un 28 de Julio de 1914, en un increíble efecto dominó, una serie de irresponsables actos llevó al mundo a la matanza más grande hasta esos días. Tuvo lugar la guerra de trincheras, la miseria invadió barrios, pueblos, ciudades y países enteros. Los soldados sufrieron lo insufrible en las trincheras de un lado u otro, descubrieron lo que era el “pie de trinchera”. El siglo comenzó con un ejemplo más de cómo la estupidez humana condenó, condena y condenará por siempre la vida de todos los hombres que alguna vez hayan pisado este mundo. Casi sin saber cómo ni porqué comenzó allá por 1914 la Primera Guerra Mundial, denominación posterior que se le dio a lo que en su momento fue “La Gran Guerra”. Las invisibles líneas que definen las fronteras de las naciones sufrieron metamorfosis varias, mutaron, se corrieron, desaparecieron, se expandieron y comenzaron a moldear los rencores y odios que muy poco tiempo después desatarían otra gran catástrofe. Hoy, a cien años, y ya con una segunda guerra en la carpeta, seguimos sin aprender, caemos en los mismos errores y seguimos justificando lo injustificable, matándonos unos a otros, cada uno defendiendo su postura con sus argumentos, sin darnos cuenta que sean cuales sean estos, son tan absurdos como los que llevaron a más de 9 millones de personas a la muerte y arruinaron la vida de otras decenas de millones por la incompetencia y estupidez de sus gobernantes, cien años atrás. Casi sin querer todo aquello ocurrió. Pero no fue suficiente, pues apenas dos décadas después se originó la segunda gran guerra mundial y mientras tanto, y después también distintas guerras tuvieron y tienen lugar en distintos rincones del planeta.

¿Se imaginaría la madre de aquél bebé llamado Gavrilo que al terminar la guerra, en Yugoslavia, su hijo sería considerado un héroe nacional, y que sería objeto de honras? Sus restos fueron trasladados al cementerio ortodoxo de San Miguel en Sarajevo junto con el de sus compañeros en 1919. En el lugar, actualmente hay una capilla en honor a él y a los demás jóvenes de la Joven Bosnia que participaron en el atentado de Sarajevo.

¿Se imaginaría esa madre que su hijo, Gavrilo Princip, sería descrito en la historiografía serbia como un héroe nacional y que una calle de Belgrado llevaría su nombre mientras que en la historiografía austriaca y principalmente en la anglo-estadounidense, se lo recordaría como un terrorista que causó uno de los conflictos bélicos más terribles de la historia, dejando en la ruina a naciones como Alemania, derrumbando a otro gigante como el imperio de Austro-Hungría, simplemente con dos disparos?

Él declaró sus argumentos durante su propio juicio: “Soy un yugoeslavo nacionalista y lucho por la unificación de todos los yugoeslavos bajo la forma de gobierno que fuere y para que se liberen de Austria.”

A mí, me siguen retumbando los versos de Ricardo Iorio:
“aunque en virtudes abunde
y se juzgue inobjetable.
Cuando el humano se hunde,
siempre busca un responsable.

La hipocresía propasa
todo ejemplo en esta Tierra,
al asesinato en masa
los hombres lo llaman guerra.”



Ali.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Recuerdos de una adolescencia inicua y feroz…Anarquía general y coleccionistas de profilácticos…Maldita tecnología y sus cámaras desechables…



Parque nacional de Santa Teresa.  Enero 1993…   



El sol trepa en su derrotero, lento, y sus primeros rayos, empiezan a calentar las miles de carpas que se esparcen por el parque, como ampollas de nylon de colores varios, morada precaria de los invasores que año tras año llegan hasta aquí. Haciéndose pasar por turistas, estos jóvenes bárbaros, de edades que oscilan  entre los 15 (aunque hay incluso menores) y 25, son un cocktail de aberraciones y excesos. Hijos de una clase media acostumbrada a empobrecerse en valores y ética.

La zona del “chorro”, una cañada que corta el paraje y sirve de punto de reunión y referencia. Alberga una parrillada, salón de  arcade (maquinitas) y una heladería improvisada. Este vortex de lujuria y caos, es apenas controlado por una docena de uniformados semi-analfabetos que durante los turnos diurnos son los mismos que recogen la mierda en los baños del camping, de la misma población civil que por la noches deberán controlar.

Es cierto, si, el lugar tiene cierto romanticismo, belleza natural y condiciones obvias para los deportes acuáticos.

Pero por sobre todo, un revival de la cultura pseudo-hippie . Alimentada por los medios, en una franja etaria post dictadura a la que había que proporcionarle libertad e ideales de paz. Mediante la noción de que sus progenitores habían sido aquellos negados de todo tipo de esparcimiento y capacidad de expresión cultural  por un régimen de facto que buscaba anular completamente a la juventud o cualquier esbozo de sedición en contra de los lineamientos establecidos por la junta militar.

Durante los primeros quince días de Enero, diferentes compañías de buses, mantienen 4 frecuencias diarias. A coche lleno, alimentando una densidad de población que roza los niveles de la saturación. Si a esto le sumamos pocos y precarios servicios higiénicos y  un alto consumo de  alcohol y drogas. Es bastante difícil entender como ningún desastre de magnitudes épicas se desato en este camping administrado por SEPAE (Servicio de Parques del Ejercito)

Observo a los costados del camino los cuerpos aun sin sentido de aquellos que la noche anterior lo perdieron, por el abuso y la ingesta de vaya uno a saber qué y me persigno, molesto ante esta muestra falaz de iniquidad y perdición.

Es en ese momento que aquellas palabras de Nietzsche me recuerdan que no hay “Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía.”



Extracto del Diario de viaje de B. Kröger

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San Diego highway Enero 2014

A pesar de estar lejos, de leer cada vez menos diarios y mirar menos informativos. Hay noticias que trascienden esta sordera/ceguera auto impuesta. Cambios políticos, guerras, leyes que aprueban conductas antes vedadas y enmarcan dentro de un control y legalidad prácticas antes perseguidas. En pocas palabras, la historia oficial…palabra de mierda pero suficiente en este contexto.

Es así que llego a mi conocimiento el caso de “La petera de Santa” No…en ningún medio de comunicación pude encontrar ese encabezado.  Fue mi amigo “El Maraca” el que se encargó de rotular de esta manera la noticia, mientras manejábamos por la 405 hacia Los Ángeles, en busca de un dispensario de marihuana medicinal para tratar con esta substancia los dolores varios y enfermedades crónicas que padecemos.

“Se metió en el baño de la moza y empezó a mamar pija hasta que los milicos la sacaron” Observo mi compañero. “Después, según la tipa, los milicos se la violaron y la dejaron por el chorro”

El video que se hizo viral fue el que le dio trascendencia a su acto. Convengamos que el camping de Santa Teresa nunca fue el lugar elegido para retiros espirituales y encontrarse con uno mismo…o tal vez sí. Dependiendo con que parte de nuestro inner self tengamos ganas de hacer conexión.

Mientras miraba el video en cuestión, al que le anule el sonido y lo sustituí  por la música del super mario bros. (Esto es una desviación erótica y totalmente depravada, la cual reconozco. La pornografía, solo cumple su función en mi psiquis, si substituyo el sonido original con música de videos juegos de los 80, midi en 8 bits…).

Decía, mientras miraba el video, leía las noticias en los portales de internet, donde se sucedían las versiones de la mujer/víctima y los demás actores (no en el sentido artístico) del hecho.



Aparte de deleitarme con los comentarios nefastos de la población oriental, los que se han trasformado en el termómetro social con el que se debe medir la mediocridad de un pueblo y, en este caso concreto, nos situá en la misma escala de valores que  la tribuna de Señorita Laura y en el mejor de los casos la de sábado gigante.

Observe que, más allá de las contradicciones y las obvias retractaciones causadas por el disgusto que produce verse envuelto en una situación de esta índole. Hay un par de puntos que trascienden la obviedad y el cliché  en el que caemos los unos y los otros:

“Esto le pasa por puta”, “Que hacía en el baño”, “Yo nunca me encontraría en una situación así”

“Ella estuvo bien el video estuvo mal” , “La violaron, se nota que no estaba ahí por su voluntad”

“Machista, mira si le pasa a tu hija?” , “Solo se chupo un par de japis”

Esos clichés, deplorables.



Lo que me perturba y llama la atención es la capacidad arrolladora que tenemos como individuos en una sociedad como lo nuestra, supuestamente constituida de valientes y aguerridos ciudadanos, con un alto nivel de valores y  una educación muy similar a los niveles del primer mundo. De deslindarnos de la culpa con una asombrosa facilidad, rayando ya en los niveles de lo absurdo y ridículo.



La versión, hasta ahora dada por los medios es que una mujer, adulta, estudiante de medicina, concurre a un boliche y se fuma un/unos fasos e ingiere whisky con un gusto raro…después, ella reconoce que toma LSD.

De ahí en más, pierde el control y entre otras cosas, protagoniza el video que dispara toda esta revisión de éticas y valores. (Estuve a punto de poner: “el tristemente célebre video”  Pero me doy cuenta q no es celebre y tampoco parece contener mucha tristeza).



Es sacada de allí por dos funcionarios que: Según ella la violan y, según los funcionarios, la llevan hasta las cercanías del chorro. Donde la dejan sin tocarle un pelo. (Figurativamente)



Los juicios y valoraciones son muchos y pasan por varios planos.

Comencemos con la Victima.

Cuando una persona adulta consiente en tener sexo con uno o más, no se trata de violación. En ningún momento los hombres a los cuales se les practico sexo oral parecen forzarla ni parecen tener conocimiento de su condición de estar bajos los efectos de lo que sea que cause este comportamiento en la mujer.

Y sepan que tengo un muy pequeño espacio en mi capacidad de razonamiento y en mi corazón. Para aquellos que digan, cumpliendo los siguientes requisitos: Soltero y sin compromisos. Que ante la aparición en un baño público del Camping de Santa Teresa, de una mujer también joven a la que, aparentemente se le dio por practicar en forma de practica repetitiva y mejoradora, sexo oral a todos los presentes. Se plante ante ella y le espete un “Descocada! Que pretende usted de mí!” Retirándose luego ofendido a organizar una marcha por la igualdad de género y la inseguridad en los baños públicos de la moza en el camping de Santa Teresa.  Remarco esto, porque el contexto y el marco son muy importantes. (Me imagino que no tengo la necesidad de aclarar porque…)

No caigamos a juzgar a la mujer, por su acto en sí. Al fin y al cabo no le causo mal a nadie. Todo lo contrario.

“Repartiendo petes a la marchanta” El Maraca.

Pero si, a la triste reacción de desentenderse de sus actos. Ella estaba ahí, hay un video que lo prueba. Haciendo lo que se ve que está haciendo… nuevamente, el video.

No hay forma que ella pueda decir, por ejemplo: “Esa no era yo” o “No paso así como lo cuentan”



Hay una prueba audiovisual que haría imposible su coartada, entonces, que sigue.

 Ella saca su conciencia de la escena. Le imputa a x sustancia la responsabilidad de sus actos y la causa de sus acciones.

Ahora y a modo de nota técnica, tanto El Maraca como quien escribe, tenemos en nuestra amplia arca de experiencias personales, episodios relacionados a la ingesta de LSD, adrenochrome y mezcalina sintética. Marihuana, cocaína, Ibogaine…con un sin número de etc.

Recuerdo que en una de estas ocasiones, algo parecido a una medusa, pero con dientes de piraña y  ojos de lince, se había encaramado a mi cabeza y succionaba el líquido raquídeo de mi columna vertebral, mientras yo corría, golpeándome  fuertemente para liberarme de esta bestia mitológica que por alguna extraña razón decidió saciar su sed con mi tan preciada sustancia.

Fueron los 4 segundos más largos de los que tengo memoria, e inmediatamente después que volví parcialmente a los lindes de la realidad, me ocasiono un ataque de risa que casi termina conmigo ya que no era capaz de parar tomar aire nuevamente.

Hemos combinado casi todo lo que la cultura general y respetados galenos aconsejan no mezclar  y lo máximo que hemos logrado es, terminar en algún nosocomio, con un equipo de reanimación pronto a ser puesto a nuestra disposición.

Nunca he perdido el control total de mis actos y recuerdo con bastante claridad mis estados de alteración mental con cierta nostalgia.

Estamos hablando de consumidores extremos, grandes ligas, no podemos comparar el efecto de un simple cigarro de Marihuana y un cuarto de LSD con esto…de ninguna manera.

Entonces es ahí que sus declaraciones se vuelven contradictorias…la mujer dice no recordar, o recordar parcialmente los días posteriores, pero es consiente totalmente para saber que fue violada por dos empleados del camping.

No es capaz de asumir su rol en el hecho, que no es nada más ni nada menos que el de alguien que no dio su consentimiento para que las imágenes fueran difundidas o peor aún ni siquiera para ser filmada.



No sería muy diferente la posición de los seres humanos (no las bestias anormales) si el encare hubiera sido algo como por ejemplo: “Si, efectivamente, soy yo la del video. Perdí el control con unas cositas que consumí. Pero en ningún momento di consentimiento a la filmación de un video y menos a la difusión del mismo. “

¡Jackpot! Ahí mismo. Saltaban todas la luces…!clank clank clank!  ¡Marcha por la igualdad, firmas a miles, cárcel al tarado que publico el video, castración publica! Plebiscito para prohibir la masturbación sin consentimiento de la/el/los mus@s inspirador@s

En vez de eso, no. Opto por el absurdo…se convirtió en el chofer que mata a cinco por conducir con un alto nivel de alcohol en la sangre y dice, “el chupe es una mierda.” El fumador que le entubaron hasta los parpados y le sacan fotos para la caja de cigarros y tiene un cartel escrito con las palabras “el tabaco es malo.

Los tipos del baño.

Ah, los jóvenes de hoy en día. Los super machos con el super yo descontrolado. Aquellos que tiemblan de solo pensar que sus madres, tías y abuelas, alguna vez, en un lugar con aroma a creolina y mientras succionaban un miembro…o dos. Un marinero polaco les decía esa única palabra en español que había aprendido a la fuerza por frecuentar la calle piedras un poco demasiado. Pero la reservaba para ese momento especial, en puerto…”Sucia”

Esos mismos que mañana serán los hombres de nuestra patria. En realidad y, ahora si viene el adverbio, tristemente…ya lo son.

Que más agregar…sobre esta clase de gusano despreciable, que hoy abunda, catapultado por los medios de comunicación y un sistema que exalta al bruto, al vivo, que no es más que el hijo de una madre que en cierto momento evaluó que pene llevarse a la boca…o cuantos…y no la filmaron.



El juez.

Seres despreciables si los hay, son los jueces…pero ellos esta vez e irónicamente no tienen la culpa de serlo. Solo lo son. Como reprocharle a una víbora venenosa que no ataque con su mordida, ella solo es.

Lo mismo con esta figura, equivalente al excremento de cerdo. No en particular a este Juez, todos ellos.

El hombre de la toga y acotillo haciendo juego, determino que la declaración de la mujer en contra de los dos funcionarios que presuntamente la violaron luego de sacarla del baño, era demasiado vaga y entraría en un careo interminable entre las partes…

Perfecto epilogo para una historia que es nada, desde su comienzo. Una burla, entre las muchas que diariamente los medios de comunicación, encargados de distraer y abombar no juegan.

Lo explicito, decadente, bullicioso…repugnante, sale todos los días en vivo, nosotros chupando penes, y riéndonos con quienes nos violan a sabiendas de que nos gusta…chupen y fílmense, luego cuélguenlo en youtube en la receta infalible de la felicidad…pregúntele a sus madres…o a sus padres.



BK

                                                                                                  ***



Primera noche, Enero 1993



Desde donde yo estaba, el fuego aun prendido, proyectaba las sombras recortadas dentro de la carpa.

Era una de esas estructurales altas de color naranja, un modelo algo viejo, tal vez mediados de los 80, con muchos campamentos en sus lonas.

Aun para la persona más inexperiente, no había la menor duda que aquello que esos cuerpos estaban haciendo era una mezcla de orgía y violación. A veces consensual, a veces forzada.

Las piernas de mujer, apretaban con fuerza el cuerpo que en suerte estaba sobre ella, mientras otro individuo arremetía contra su boca. Los otros dos esperaban turnos masturbándose sin detenerse.

Los gemidos y gritos no pasaban desapercibidos, pero a nadie parecía preocuparle mucho. Esto era el juego y las reglas, difusas pero conocidas, aplicaban ese control inconsciente que parecía ser la máxima autoridad de este lugar.

Un muchacho desgarbado y de cabello largo cruzo el campamento, llamando a una Alicia.

Cerré mi mini carpa, una de esos “gusanos” que según su descripción era para dos personas, pero que difícilmente  podría cumplir.

La había comprado esa mañana en la localidad cercana del Chuy, un pueblo fronterizo, pequeño pero con ínfulas de referente comercial. Por su calidad de límite entre Brasil y Uruguay, los precios de cosas que uno nunca precisa, eran más económicas, y fue así que adquirí mi “tienda de campaña” por un valor ridículo.

 Debería haber cruzado dos puestos fronterizos para volver a la R.O.U. haberme sometido a la revisación pertinente y declarar cualquier valor adquirido en el país vecino. Pagar los sobornos necesarios a las lampreas venenosas , burócratas cancerígenas, imberbes ignorantes, corrutos fraudulentos de los ciervos públicos que trabajan en estas dependencias  pero, obedeciendo mis principios y, como todo aquí, al menos, en esta época del año, se deja librado al azar y un fenómeno que denomino, auto-contención social, pase la primer aduana sin detenerme. Nadie se percató del joven caminante…formaba parte de un grupo selecto que hacía” dedo “para llegar a algún lugar.

El segundo pase fronterizo lo sorteé en la caja de un camión, el vehículo se detuvo y volvió a ponerse en movimiento en menos de 10 segundos.

Una vez en el camping, me escondí hasta que los  inspectores volvieron a su madriguera. Es muy mal visto entre esta gentuza, cumplir con la obligación comercial inherente al alquiler de una parcela. “Al fin y al cabo esto es un pedazo de tierra y es de todos” Me decía alguien que armaba su campamento rápidamente, para abandonarlo lo más pronto posible y así escapar del eventual encuentro con los cobradores” . Seria imposible llevar una investigación periodística sin levantar sospechas, si no cumplía con los estándares mínimos de convivencia y comportamiento social a los que estos lumpen obedecen. 





La orgía seguía y no ofrecía mucho más material periodístico que el que una orgía puede ofrecer. El “Chorro “era mi destino. Unos 300 metros de calles oscuras y gente drogada me separaban de la parrillada. El lugar, el centro.

Cuando paso por el costado de la lujuriosa carpa, uno de los muchachos le pregunta, alarmado a la única mujer que estaba ahí adentro.

 ¿Porque te guardas lo condones en la carterita?

Los colecciono, para saber cuántas porongas me cogí…

Jaaaa!!! Alicia, vos estas muy sacada…



Extracto del Diario de viaje de B. Kröger

martes, 16 de julio de 2013

Sin pena ni gloria, reventando las estructuras para usted, desde 1830...



Braulio Kröger


Jueves…Mayo 2013 En el techo de mi Casa caceroleo solo, convencido de que no voy a ser el único festejando…me detengo por unos instantes a escuchar el eco de mis cacerolazos extinguirse hacia el sur. Nadie se hace Eco de mis Ecos…Se aprobó el matrimonio igualitario.

Domingo 23 Junio 2013  En el Porche, esta vez aporreando al  tacho de la basura  arengando con algún vamooooooo!!!! Nada el mismo resultado, unos pibes pasan por la calle y me miran confusos, les grito: 

Aborto Papa, Abortoooo D-E-S-P-E-N-A-L-I-Z-A-C-I-O-N...Nada, apuran el paso y se pierden en la noche fría. 

Jueves 4 de Julio 2013 Esta vez sí! Compre bombas y todo, salgo hasta la calle, grito, arrojo con vehemencia los petardos…nada, continuo con ahínco. Don Sierra, el vecino, se arrima hasta el límite de su propiedad y levanta su brazo izquierdo, ya que el derecho aguanta la pipa en la boca, con una complicidad a quien sabe que…Hoy se discute y se da el visto bueno a la venta libre de cannabis en el territorio nacional…




Recuerdo con algo de cariño un comercial de CX20 que rememoraba aquellas cosas que no hacían identificar como uruguayos…algunas otras…postales del siglo XX, pedazos de historia, “antes y después” que marcaron generaciones, hitos. Me preguntaba si yo alguna vez, tendría la suerte de, al menos, participar como testigo generacional de algún evento así. 


El voto de la mujer, la emancipación y reconocimiento de los derechos civiles, ley de divorcio, ignorar el prohibicionismo al alcohol de principios del Siglo XX, laicidad de estado... algo. Decir: lo estamos haciendo, cambiamos, finalmente lograremos aniquilar a los dinosaurios…




Y no por el hecho de exaltar al ego y refregarle a futuras generaciones nuestros etcéteras de cambios. Ya que,” aramos dijo el mosquito”, pero si, desde un punto de vista más existencial, como aquello que dice que de alguna manera todos somos protagonistas del cambio, bueno y malo, nuestra realidad y todas esas otras estupideces contra las cuales peleamos día a día.
Hoy 5 de Julio en el año de nuestro señor 2013, en menos de 2 meses, saltamos la cerca, dimos vuelta la maquinita jugando con una arandela, nos encamamos con el/la/los más/menos lindos/feos de la clase y…nada.
Impávidos, acostumbrados a romper las pelotas a nivel internacional, nos succiona un genital y seguimos arduos e impertérritos en nuestra identidad nacional, como dijo aquel, parafraseando “…3 millones de anarquistas, conservadores.”

Sera tal vez que mi ausencia durante tantos años me habrá hecho perder eso…y que es ese “eso

Sera la preconcepción de que fuimos predestinados para …la concha de la lora?

Durante mi exilio político económico porque se me canto. Una gran mayoría del pueblo le dijo a los partidos blanco y colorado lo que en tecnicismo político se conoce como: váyanse a la concha de su hermana y, se movió hacia una izquierda  que asumió con un corito de ángeles y Tabaré Vazquez publicando libros financiados por el Opus Day…voy muy rápido? No en absoluto, si está leyendo desde el principio, tan solo estoy aplicando el mismo ritmo de los avances en boga…si seguimos así ,el conservador que todos los orientales llevamos dentro me va a  obligar a salir a juntar firmas contra…algo.
Prosigo, en USA, milite en algunas organizaciones oscuras e ilegales en defensa y pro derecho de: La liberación de todas las drogas, el verdadero sueño americano (que hoy en día se conoce como el dream act), Marcha por los inmigrantes ilegales, varios toques por el día de la marihuana en campuses universitarios, manifestaciones de todo tipo en contra del GOP, G11, etc.  Conciertos de RATM en contra del neoliberalismo radical. Demostraciones en contra de la guerra en Irak y Afganistán y alguna otra cosita que organice por ahí en mis años de educación terciaria, como el célebre grupo de onanistas  del MDC.
En fin, a que voy con todo esto? A parte, por supuesto de, esta vez sí, refregar con un ego grandioso y arrollador, a la mayoría del lector medio que ha pasado su vida mirando seriales en HBO y masturbándose a escondidas de su mama/esposa/tutor. (yo también he incursionado en estas actividades, pero aparte, me envolví en esas cositas previamente enumeradas)
Voy a que hasta la más ínfima victoria era festejada y celebrada con creces, tambores y baboseos…Después de todo el laburo que costaba, de los sacrificios y exposición al peligro y las fuerzas públicas que esto representaba, ameritaba un desahogo merecido de bombos y platillos…
Entonces después de 15 años de lejanía vuelvo, y estos tipos, que son compatriotas y muchas veces no siento como tales, revientan las estructuras, como levantándose de la siesta y siguen por la vida como si nada…Me alegro! pero a la vez, me indigno y cuando lo explico me refriegan ese  ya tan sabido: “bo acá es así, estamos acostumbrados a resolver las cosas de esta manera…”
¡La puta que lo pario! Hace un par de meses salió campeón no se quien e hicieron mierda 18!
Legalizamos el faso, los topu se casan entre ellos y hay canilla libre de tajos y no le cantan ni las murgas…que se yo.
Y así será, al menos por ahora seguiré festejando y recordando una de las cosas que escribí para mi clase de español…(si, tome clases de español en un colegio americano. Manera astuta si la hay de ganarse unos créditos casi sin esfuerzo)…decía en ese entonces…
Nacimos en un país condenado por el anonimato, donde su mayor virtud,-esa que sacamos a relucir cada vez que alguien nos pregunta de donde somos es, que nunca pasa nada.
Exactamente, nada, esa miserable palabra toma proporciones vergonzosas el día que nos la ponemos a analizar.
Muchas veces, nos referimos a ese "nada", pensando en temblores, cataclismos, guerras, terrorismo y el resto de la galaxia de calamidades imaginables, pero también, se ha convertido en un algo mucho más profundo, en una embolia cerebral, en una modorra casi imperceptible.
Esa actitud nos absorbió completamente y nos sumió en un letargo indiferente.
Totalmente indiferente a nuestros derechos a nuestras virtudes, ya no alzamos la voz con razón, ya no ejercemos la inteligencia como arma letal
"Sean los orientales tan ilustrados como valientes", una de las frases más lejanas a nuestra realidad actual, nos queda poco de ilustrados y mal entendemos valentía con bestialidad, dejando que la trituradora de carne se lleve a nuestros hijos, nietos, padres, amigos y desconocidos por conocer.
 Si en algún lugar recóndito de nuestro cerebro quedan alojados sentimientos patrióticos de alguna especie, recuerden que las copas mundiales del 50 y del 30 no son más que imágenes en blanco y negro...,de una simple gesta deportiva y, cada vez  más lejanas.”

Hoy releyéndola, me alegra saber que de vez en cuando, nos levantamos de esa siesta…

BK