El sol trepa en su
derrotero, lento, y sus primeros rayos, empiezan a calentar las miles de carpas
que se esparcen por el parque, como ampollas de nylon de colores varios, morada
precaria de los invasores que año tras año llegan hasta aquí. Haciéndose pasar
por turistas, estos jóvenes bárbaros, de edades que oscilan entre los 15 (aunque hay incluso menores) y
25, son un cocktail de aberraciones y excesos. Hijos de una clase media
acostumbrada a empobrecerse en valores y ética.
La zona del “chorro”, una
cañada que corta el paraje y sirve de punto de reunión y referencia. Alberga
una parrillada, salón de arcade
(maquinitas) y una heladería improvisada. Este vortex de lujuria y caos, es
apenas controlado por una docena de uniformados semi-analfabetos que durante
los turnos diurnos son los mismos que recogen la mierda en los baños del
camping, de la misma población civil que por la noches deberán controlar.
Es cierto, si, el lugar
tiene cierto romanticismo, belleza natural y condiciones obvias para los
deportes acuáticos.
Pero por sobre todo, un
revival de la cultura pseudo-hippie . Alimentada por los medios, en una franja
etaria post dictadura a la que había que proporcionarle libertad e ideales de
paz. Mediante la noción de que sus progenitores habían sido aquellos negados de
todo tipo de esparcimiento y capacidad de expresión cultural por un régimen de facto que buscaba anular
completamente a la juventud o cualquier esbozo de sedición en contra de los
lineamientos establecidos por la junta militar.
Durante los primeros quince
días de Enero, diferentes compañías de buses, mantienen 4 frecuencias diarias.
A coche lleno, alimentando una densidad de población que roza los niveles de la
saturación. Si a esto le sumamos pocos y precarios servicios higiénicos y un alto consumo de alcohol y drogas. Es bastante difícil
entender como ningún desastre de magnitudes épicas se desato en este camping
administrado por SEPAE (Servicio de Parques del Ejercito)
Observo a los costados
del camino los cuerpos aun sin sentido de aquellos que la noche anterior lo
perdieron, por el abuso y la ingesta de vaya uno a saber qué y me persigno,
molesto ante esta muestra falaz de iniquidad y perdición.
Es en ese momento que aquellas
palabras de Nietzsche me recuerdan que no hay “Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía.”
Extracto del Diario de
viaje de B. Kröger
***
San Diego highway Enero
2014
A pesar de estar lejos,
de leer cada vez menos diarios y mirar menos informativos. Hay noticias que
trascienden esta sordera/ceguera auto impuesta. Cambios políticos, guerras,
leyes que aprueban conductas antes vedadas y enmarcan dentro de un control y
legalidad prácticas antes perseguidas. En pocas palabras, la historia
oficial…palabra de mierda pero suficiente en este contexto.
Es así que llego a mi
conocimiento el caso de “La petera de Santa” No…en ningún medio de comunicación
pude encontrar ese encabezado. Fue mi
amigo “El Maraca” el que se encargó de rotular de esta manera la noticia,
mientras manejábamos por la 405 hacia Los Ángeles, en busca de un dispensario
de marihuana medicinal para tratar con esta substancia los dolores varios y
enfermedades crónicas que padecemos.
“Se metió en el baño de
la moza y empezó a mamar pija hasta que los milicos la sacaron” Observo mi
compañero.
“Después, según la tipa, los milicos se la violaron y la dejaron por el chorro”
El video que se hizo viral fue el que le dio trascendencia a su acto.
Convengamos que el camping de Santa Teresa nunca fue el lugar elegido para
retiros espirituales y encontrarse con uno mismo…o tal vez sí. Dependiendo con
que parte de nuestro inner self tengamos ganas de hacer conexión.
Mientras miraba el video en cuestión, al que le anule el sonido y lo
sustituí por la música del super mario
bros. (Esto es una desviación erótica y totalmente depravada, la cual
reconozco. La pornografía, solo cumple su función en mi psiquis, si substituyo
el sonido original con música de videos juegos de los 80, midi en 8 bits…).
Decía, mientras miraba el video, leía las noticias en los portales de
internet, donde se sucedían las versiones de la mujer/víctima y los demás
actores (no en el sentido artístico) del hecho.
Aparte de deleitarme con los comentarios nefastos de la población oriental,
los que se han trasformado en el termómetro social con el que se debe medir la
mediocridad de un pueblo y, en este caso concreto, nos situá en la misma
escala de valores que la tribuna de Señorita
Laura y en el mejor de los casos la de sábado gigante.
Observe que, más allá de las contradicciones y las obvias retractaciones
causadas por el disgusto que produce verse envuelto en una situación de esta
índole. Hay un par de puntos que trascienden la obviedad y el cliché en el que caemos los unos y los otros:
“Esto le pasa por puta”, “Que hacía en el baño”, “Yo nunca me encontraría
en una situación así”
“Ella estuvo bien el video estuvo mal” , “La violaron, se nota que no
estaba ahí por su voluntad”
“Machista, mira si le pasa a tu hija?” , “Solo se chupo un par de japis”
Esos clichés, deplorables.
Lo que me perturba y llama la atención es la capacidad arrolladora que
tenemos como individuos en una sociedad como lo nuestra, supuestamente
constituida de valientes y aguerridos ciudadanos, con un alto nivel de valores
y una educación muy similar a los niveles
del primer mundo. De deslindarnos de la culpa con una asombrosa facilidad,
rayando ya en los niveles de lo absurdo y ridículo.
La versión, hasta ahora dada por los medios es que una mujer, adulta,
estudiante de medicina, concurre a un boliche y se fuma un/unos fasos e ingiere
whisky con un gusto raro…después, ella reconoce que toma LSD.
De ahí en más, pierde el control y entre otras cosas, protagoniza el video
que dispara toda esta revisión de éticas y valores. (Estuve a punto de poner:
“el tristemente célebre video” Pero me
doy cuenta q no es celebre y tampoco parece contener mucha tristeza).
Es sacada de allí por dos funcionarios que: Según ella la violan y, según
los funcionarios, la llevan hasta las cercanías del chorro. Donde la dejan sin
tocarle un pelo. (Figurativamente)
Los juicios y valoraciones son muchos y pasan por varios planos.
Comencemos con la Victima.
Cuando una persona adulta consiente en tener sexo con uno o más, no se
trata de violación. En ningún momento los hombres a los cuales se les practico
sexo oral parecen forzarla ni parecen tener conocimiento de su condición de
estar bajos los efectos de lo que sea que cause este comportamiento en la
mujer.
Y sepan que tengo un muy pequeño espacio en mi capacidad de razonamiento y
en mi corazón. Para aquellos que digan, cumpliendo los siguientes requisitos:
Soltero y sin compromisos. Que ante la aparición en un baño público del Camping
de Santa Teresa, de una mujer también joven a la que, aparentemente se le dio
por practicar en forma de practica repetitiva y mejoradora, sexo oral a todos
los presentes. Se plante ante ella y le espete un “Descocada! Que pretende
usted de mí!” Retirándose luego ofendido a organizar una marcha por la igualdad
de género y la inseguridad en los baños
públicos de la moza en el camping de Santa Teresa. Remarco esto, porque el contexto y el
marco son muy importantes. (Me imagino que no tengo la necesidad de aclarar
porque…)
No caigamos a juzgar a la mujer, por su acto en sí. Al fin y al cabo no le
causo mal a nadie. Todo lo contrario.
“Repartiendo petes a la marchanta” El Maraca.
Pero si, a la triste reacción de desentenderse de sus actos. Ella estaba
ahí, hay un video que lo prueba. Haciendo lo que se ve que está haciendo…
nuevamente, el video.
No hay forma que ella pueda decir, por ejemplo: “Esa no era yo” o “No paso
así como lo cuentan”
Hay una prueba audiovisual que haría imposible su coartada, entonces, que
sigue.
Ella saca su conciencia de la
escena. Le imputa a x sustancia la responsabilidad de sus actos y la causa de
sus acciones.
Ahora y a modo de nota técnica, tanto El Maraca como quien escribe, tenemos
en nuestra amplia arca de experiencias personales, episodios relacionados a la
ingesta de LSD, adrenochrome y mezcalina sintética. Marihuana, cocaína,
Ibogaine…con un sin número de etc.
Recuerdo que en una de estas ocasiones, algo parecido a una medusa, pero
con dientes de piraña y ojos de lince,
se había encaramado a mi cabeza y succionaba el líquido raquídeo de mi columna
vertebral, mientras yo corría, golpeándome
fuertemente para liberarme de esta bestia mitológica que por alguna
extraña razón decidió saciar su sed con mi tan preciada sustancia.
Fueron los 4 segundos más largos de los que tengo memoria, e inmediatamente
después que volví parcialmente a los lindes de la realidad, me ocasiono un
ataque de risa que casi termina conmigo ya que no era capaz de parar tomar aire
nuevamente.
Hemos combinado casi todo lo que la cultura general y respetados galenos
aconsejan no mezclar y lo máximo que
hemos logrado es, terminar en algún nosocomio, con un equipo de reanimación
pronto a ser puesto a nuestra disposición.
Nunca he perdido el control total de mis actos y recuerdo con bastante
claridad mis estados de alteración mental con cierta nostalgia.
Estamos hablando de consumidores extremos, grandes ligas, no podemos
comparar el efecto de un simple cigarro de Marihuana y un cuarto de LSD con
esto…de ninguna manera.
Entonces es ahí que sus declaraciones se vuelven contradictorias…la mujer
dice no recordar, o recordar parcialmente los días posteriores, pero es
consiente totalmente para saber que fue violada por dos empleados del camping.
No es capaz de asumir su rol en el hecho, que no es nada más ni nada menos
que el de alguien que no dio su consentimiento para que las imágenes fueran
difundidas o peor aún ni siquiera para ser filmada.
No sería muy diferente la posición de los seres humanos (no las bestias
anormales) si el encare hubiera sido algo como por ejemplo: “Si, efectivamente,
soy yo la del video. Perdí el control con unas cositas que consumí. Pero en
ningún momento di consentimiento a la filmación de un video y menos a la
difusión del mismo. “
¡Jackpot! Ahí mismo. Saltaban todas la luces…!clank clank clank! ¡Marcha por la igualdad, firmas a miles,
cárcel al tarado que publico el video, castración publica! Plebiscito para
prohibir la masturbación sin consentimiento de la/el/los mus@s inspirador@s
En vez de eso, no. Opto por el absurdo…se convirtió en el chofer que mata a
cinco por conducir con un alto nivel de alcohol en la sangre y dice, “el chupe
es una mierda.” El fumador que le entubaron hasta los parpados y le sacan fotos
para la caja de cigarros y tiene un cartel escrito con las palabras “el tabaco
es malo.
Los tipos del baño.
Ah, los jóvenes de hoy en día. Los super machos con el super yo
descontrolado. Aquellos que tiemblan de solo pensar que sus madres, tías y
abuelas, alguna vez, en un lugar con aroma a creolina y mientras succionaban un
miembro…o dos. Un marinero polaco les decía esa única palabra en español que había
aprendido a la fuerza por frecuentar la calle piedras un poco demasiado. Pero
la reservaba para ese momento especial, en puerto…”Sucia”
Esos mismos que mañana serán los hombres de nuestra patria. En realidad y,
ahora si viene el adverbio, tristemente…ya lo son.
Que más agregar…sobre esta clase de gusano despreciable, que hoy abunda, catapultado
por los medios de comunicación y un sistema que exalta al bruto, al vivo, que
no es más que el hijo de una madre que en cierto momento evaluó que pene
llevarse a la boca…o cuantos…y no la filmaron.
El juez.
Seres despreciables si los hay, son los jueces…pero ellos esta vez e irónicamente
no tienen la culpa de serlo. Solo lo son. Como reprocharle a una víbora venenosa
que no ataque con su mordida, ella solo es.
Lo mismo con esta figura, equivalente al excremento de cerdo. No en
particular a este Juez, todos ellos.
El hombre de la toga y acotillo haciendo juego, determino que la declaración
de la mujer en contra de los dos funcionarios que presuntamente la violaron
luego de sacarla del baño, era demasiado vaga y entraría en un careo
interminable entre las partes…
Perfecto epilogo para una historia que es nada, desde su comienzo. Una burla,
entre las muchas que diariamente los medios de comunicación, encargados de
distraer y abombar no juegan.
Lo explicito, decadente, bullicioso…repugnante, sale todos los días en
vivo, nosotros chupando penes, y riéndonos con quienes nos violan a sabiendas
de que nos gusta…chupen y fílmense, luego cuélguenlo en youtube en la receta infalible
de la felicidad…pregúntele a sus madres…o a sus padres.
BK
***
Primera noche, Enero 1993
Desde donde yo estaba, el
fuego aun prendido, proyectaba las sombras recortadas dentro de la carpa.
Era una de esas
estructurales altas de color naranja, un modelo algo viejo, tal vez mediados de
los 80, con muchos campamentos en sus lonas.
Aun para la persona más
inexperiente, no había la menor duda que aquello que esos cuerpos estaban
haciendo era una mezcla de orgía y violación. A veces consensual, a veces
forzada.
Las piernas de mujer,
apretaban con fuerza el cuerpo que en suerte estaba sobre ella, mientras otro
individuo arremetía contra su boca. Los otros dos esperaban turnos
masturbándose sin detenerse.
Los gemidos y gritos no
pasaban desapercibidos, pero a nadie parecía preocuparle mucho. Esto era el
juego y las reglas, difusas pero conocidas, aplicaban ese control inconsciente
que parecía ser la máxima autoridad de este lugar.
Un muchacho desgarbado y
de cabello largo cruzo el campamento, llamando a una Alicia.
Cerré mi mini carpa, una
de esos “gusanos” que según su descripción era para dos personas, pero que difícilmente
podría cumplir.
La había comprado esa
mañana en la localidad cercana del Chuy, un pueblo fronterizo, pequeño pero con
ínfulas de referente comercial. Por su calidad de límite entre Brasil y
Uruguay, los precios de cosas que uno nunca precisa, eran más económicas, y fue
así que adquirí mi “tienda de campaña” por un valor ridículo.
Debería haber cruzado dos puestos fronterizos
para volver a la R.O.U. haberme sometido a la revisación pertinente y declarar
cualquier valor adquirido en el país vecino. Pagar los sobornos necesarios a
las lampreas venenosas , burócratas cancerígenas, imberbes ignorantes, corrutos
fraudulentos de los ciervos públicos que trabajan en estas dependencias pero, obedeciendo mis principios y, como todo
aquí, al menos, en esta época del año, se deja librado al azar y un fenómeno
que denomino, auto-contención social, pase
la primer aduana sin detenerme. Nadie se percató del joven caminante…formaba
parte de un grupo selecto que hacía” dedo “para llegar a algún lugar.
El segundo pase fronterizo
lo sorteé en la caja de un camión, el vehículo se detuvo y volvió a ponerse en
movimiento en menos de 10 segundos.
Una vez en el camping, me
escondí hasta que los inspectores
volvieron a su madriguera. Es muy mal visto entre esta gentuza, cumplir con la
obligación comercial inherente al alquiler de una parcela. “Al fin y al cabo
esto es un pedazo de tierra y es de todos” Me decía alguien que armaba su
campamento rápidamente, para abandonarlo lo más pronto posible y así escapar
del eventual encuentro con los cobradores” . Seria imposible llevar una
investigación periodística sin levantar sospechas, si no cumplía con los
estándares mínimos de convivencia y comportamiento social a los que estos
lumpen obedecen.
La orgía seguía y no
ofrecía mucho más material periodístico que el que una orgía puede ofrecer. El
“Chorro “era mi destino. Unos 300 metros de calles oscuras y gente drogada me
separaban de la parrillada. El lugar, el centro.
Cuando paso por el
costado de la lujuriosa carpa, uno de los muchachos le pregunta, alarmado a la única
mujer que estaba ahí adentro.
¿Porque te guardas lo condones en la
carterita?
Los colecciono, para
saber cuántas porongas me cogí…
Jaaaa!!! Alicia, vos estas
muy sacada…
Extracto del Diario de
viaje de B. Kröger
me entere de los sucedido por mis hijas que no paraban de comentar el hecho de la chica de santa teresa. pero creo que tu articulo es lo mas coherente que le he leido sobre esto.
ResponderEliminarmuy bueno
Saludos
Roberto
juajuajua excelente! pobre mina, en que andara?
ResponderEliminarcuando volvemos a leer algo del Dr?
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